Diciembre

 El café no era vicio, era un placer.
Un chocolate dulce, te lo acepto una vez.
Y un chocolate amargo, era un gusto que frecuente vuelve a ser.

Era, un tequila al mes pues siempre hubo escases.
El vino ni se diga, que en la mesa no faltaba...
Pero yo me medía y era cada quince días (solo una copita).

Así me moderé, orden del doctor fue "nada de cafeína ni azúcares para que te mantengas bien".
Obedecí por años, un resbalón de vez en cuando y sí, yo me sentí bien.

Ahora, no sé si estoy decayendo otra vez
o me estoy al fin librando de ese mal...
O, qué tal si es el desamor que con fuerza tumbó la puerta y solo me intento relajar.

...no me estoy midiendo
y mi cabeza da vueltas...
Es el sentimiento o es la decadencia.

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