La luz de su alma


Le declaró su amor al Sol,
La flor que todas las mañana le cantaba con suspiros
y todas las noches deseaba su corazón.

En toda madrugada anhelaba su luz,
despertar y sentir el calor que reconforta y la llena de vida. 

Deseaba estar cerca de él
y no pasar más noches frías. 
Quería compartir el dormir y despertar de sueños.

El sol amaba verla vivir,
sentía su sonrisa en cada amanecer,
pensaba en sus deseos cada anochecer.

Lo había todo entre ellos.

Después,
hubo días de nubes, cubrían el cielo,
la flor no vio la luz que llena su alma.
El sol no sentía la sonrisa que su brillo alimentaba.

Paciencia se deseaban.

El tiempo iba mejorando, los ánimos se iban elevando.
Se fueron las últimas nubes, la flor levantó sus pétalos con emoción.
El sol se asomaba entre los espacios. No hubo más nubes.
Ella recibió la luz pero no sintió su calor, el que tanto anhelaba. 

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