Un abrazo turquesa

 Desperté en un mar inmenso de aguas quietas y bajas, arena blanca y un color turquesa que se reflejaba en ellas. Era agua cálida, se movía cual masaje y abrazaba como una cobija en invierno. 

El agua me llegaba a los hombros. Mi cara, mi cabeza y mi cuello sentían el suave calor del sol, ni una nube en el cielo. Mi cabello y mi cara estaban secos, sé que había nadado mucho y ahí solo estaba descansando de pie sostenida por el agua. Veía un horizonte inmenso y bello.

Detrás de mi había una ruina (si lo quiero romantizar pues parecía más bien como una estructura de una construcción que no se dio más). No había playa solo unos escalones de concreto saliendo del agua conectados a esta estructura como un arco seguida de una muralla semiconstruida. 

Sentía mucha paz, un confort que todo mi ser necesitaba como cuando al fin te sientas a descansar. El calor del sol no lastimaba, al contrario, me reconfortaba.

Empecé a escuchar los ruidos de los alrededores, de pronto a mi izquierda estaba un negocio (supongo que turístico) sobre la muralla, se escuchaba a la gente y las motos que usaban para transportarse. Volví la mirada al horizonte y ya se veían unas cuantas rocas y pequeñas embarcaciones. Moví la mirada ligeramente a mi derecha y vi a una belleza. Era una niña que conozco en la vida real de cabello largo, negro y rizado, su piel es el tono moreno más bello y limpio que he visto; vestía un traje de baño rojo. Ella nadaba no muy lejos y se acercaba a mi.

Pensé "¿con quién vengo? ¿Cuánto llevo aquí? Vengo con ella"

Ella me sonrió mientras secaba el agua de su cara con las manos y seguía nadando, le pregunté "¿vienes conmigo?" ella me respondió con un "no" turbado por tener el agua cerca de su boca. Y le respondí afirmando con un poco de duda "vengo sola". Ella me dio un "sí" moviendo la cabeza. Su cabello rizado flotaba sobre el agua.

Esa pequeña conversación hizo que yo reaccionara, supongo que ya había tenido suficiente. Me sentía satisfecha, incluso ya un poco fastidiada del agua y el calor, ya no quería mojar mi cabello y empecé a salir del mar por los escalones detrás de mi. Conforme subía el agua turquesa se agitaba. 

Me paré en el camino de la muralla, vi el mar que hace un momento me abrazaba y todo un mundo se armó. Había ya todo un pueblo detrás de mi, ella iba también saliendo del agua y desperté. 


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares