Mensaje en el espejo

 Era mi último día en Vancouver, 1 de enero.

El día anterior... la noche de Año nuevo, el PEOR. Yo tenía mucha expectativa al respecto, esperaba llegar al Canada Place para ver los fuegos artificiales y tal vez encontrarme con la persona que tanto deseaba ver ese día. 

Bueno, tenía una amiga ahí muy curiosa por un chavo que hace unos días le dijo que le gustaba -wow si les contara cómo fue mi experiencia con los romances en el extranjero. 
Y el 31 él la invitó a una fiesta en un departamento al otro lado de la ciudad, lejos de mi adorado Canada Place.
Yo tenía mi plan, mis roomies y yo nos fui puntual para llegar al lugar, apartar un espacio y así fue, pero -oh sopresa. Mi amiga estaba en la misma estación esperándome para pedirme que la acompañara al departamento y después de eso yo me podía ir. Lo pensé mucho, checamos la distancia, si yo la acompañaba iba a llegar muy tarde o si me iba muy bien alcanzaba a llegar justo cuando ya estuvieran soltando los fuego artificiales... Vi su cara y le dije "está bien, vamos pero RÁPIDO"-merezco algún tipo de recompensa por eso. 

Llegamos al lugar, de último momento aquellos tipo decidieron ir al Canada Place sin avisarle, no vimos a nadie. Quise regresar lo antes posible, corrí a la parada del bus y justo se había ido el que nos llevaría de vuelta, teníamos que esperar 5min más a que llegara el siguiente. Yo estaba dispuesta a correr por todo el centro para llegar al lugar... No lo logramos. Sí corrí pero no lo logré, llegamos y soltaron los últimos fuegos artificiales. 
    Sentí mucha decepción y tristeza, eran mis último días, quería ver a esa persona, quería ver las luces, quería gritar "¡FELIZ AÑO NUEVO!" con todas las demás personas que nunca había visto y nunca volvería a ver.
Estuve a punto de llorar... Mi amiga me vio y se sintió muy muy mal. Se disculpó, yo no le dije mucho y me fui de vuelta a la estación antes de que se saturara del mundo de gente que ya había afuera.


¡Oh devastación! -Parece que cuando vives situaciones lejos de tu ciudad natal todo se siente más dramático. 

Logré llegar a la parada del bus que me llevaba a casa antes que cualquier persona, yo era la primera en la fila. Unos minutos después llegó una de mis roomies y me alcanzó para colarse en la fila -uy amigos, ella tampoco se veía bien, creo que se veía un poco peor que yo. Y unos minutos después llegó nuestra otra roomie, ella no devastada pero sí desilusionada -jaja que bárbaras, las 3 nos fuimos desoladas a casa. 


Al día siguiente un día muy AZUL "a blue day" y, para agregar drama, un día nublado.
El clima era frío y húmedo. Las ventanas de los carros y locales se empañaban muy fácilmente.


Las tres decidimos ir a la bahía por un café o algo para distraernos y convivir por última vez pues en la madrugada me iba al aeropuerto.

Entre decepción, desvelo, nostalgia y tristeza llegamos a Milano Coffee Roasters. Nunca había ido ahí pero se veía acogedor, queríamos algo caliente y, no había mucha gente cuando llegamos pues acababan de abrir.
Fuimos invitando a los amigos que vivía cerca para juntarnos ahí, platicar y despedirnos.
Mientras esperábamos a los demás en la mesa, vi que de frente tenía una pared de espejo y veía el ventanal detrás de mi - mostraba la calle que llevaba a la playa, un cielo nublado con pequeños destellos de los rayos del Sol. Veía cómo se empezaba a empañar la ventana. 

Nos tomaron la orden, yo me la pasé con mi cabeza recargada en la mesa un rato, empezaba a llegar más gente, llegaban nuestros amigos.
Levanté la cabeza y oh sorpresa "YOUR DAY IS ABOUT TO GET A LITTLE BIT BETTER".

(El truco estaba en que entre más se emepañaba el ventanal las letras iban apareciendo)

El mensaje perfecto para el momento perfecto. -Y ahora que lo pienso, creo que esa fue mi recompensa por la noche anterior.

La pasamos muy bien, estuvimos platicando, nos reímos, me relajé. Mientras estaba ahí recibí un mensaje de esa persona -Ojalá recordara exactamente lo que decía sólo para romantizar esto
Acordamos vernos antes de que me fuera -¡Ay! mi corazón cuánto drama al recordarlo. Que padre fue todo.

Y bueno al final mi día mejoró lo suficiente. Y ese mensaje en el espejo, creo que nunca lo voy a olvidar. 

Comentarios

  1. Nuestro compañero de por vida, el café, siempre nos acompañará en buenos y malos días.

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