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Cómo siento mi cabeza en este momento.
Me duele la frente, hace mucho calor y tengo sueño. Son las 5:23pm.

Se va formando un nudo en mi garganta.

Suspiro. El amor lo es todo. Dios mío, sin tu amor qué seríamos, a caso ¿seríamos algo?
Por qué parece tan difícil amar a los demás. Por qué parece tan difícil creer que los demás nos pueden amar. Tu lo haces, tú nos conoces muy bien y aún así lo haces. Nos amas. 

¿Por qué no logramos perdonar como tú lo haces? Se siente más fácil dejar las cosas rotas y seguir adelante. Por qué es difícil detenerse a reparar, a dejarnos restaurar. Mejor rechazamos en vez de perdonar. 
No me dejes pensar así, yo me quedo aquí y seguiré avanzando conforme tú me vayas sanando. Quiero soltar todo en tus manos. Pero por qué lo que he decido soltar vuelve, cómo tengo qué hacerle o ¿eres tú quien lo pone en mí otra vez? Dime que hacer. 

Padre ámame, sáciame, solo tú lo sabes, solo tú lo puedes. Dame tu consuelo, lléname de ti. 

Me gustaría poder poner todo lo que pienso en palabras, darle un nombre a lo que siento, hoy no soy capaz.

Espera Dios mío, me pondré a orar.