Ya no he visto un amanecer, todas mis mañanas son de noche o el sol ya está puesto en la mañana.
A veces alcanzo los atardeceres pero ahora me recuerdan que ya me queda poco tiempo para descansar y en un instante voy a despertar otra vez en la noche.
La luz del sol me toca entre cuatro paredes o mientras estoy en cama porque estoy muy agotada.
Si el día está nublado, no recibo mi porción de sol.
Le dedico menos tiempo a Dios, menos tiempo al sueño, menos tiempo a todo...
Pienso que me hace falta tiempo.
Comentarios
Publicar un comentario